Fotografía: Juan Pablo Carrillo


Me siento como en festival de primavera vestida de florecita enseñando mis carnes y muriendo de pena. Pero la verdad es que voy a mostrar algunas de las posiciones de yoga con las que he logrado trabajar mi cuerpo y mente, y con lo que he despertado el interés de algunas amigas para quienes escribo este post (sin dejar de lado a los curiosos), y es que consideran que estoy fit… porque no han visto a mi amiga Regina Murguia, ella, toda ella, es el significado de La RAE de “estar en forma”, y también es quien me pasó parte de la información que estoy a punto de compartirte.

Lo que sucede cuando realizas estas y otras posiciones de yoga, es que tu cuerpo se tonifica;  al estirarse, se estimulan y rejuvenecen todos los músculos y nervios del cuerpo.
Generan flexibilidad a las articulaciones de las piernas y favorecen al riego sanguíneo.
Aumenta la capacidad de resistencia de todo el organismo tonificando todos los órganos internos.
Alinean la columna vertebral, por donde se genera y corre toda tu energía.
Trabajas con la respiración y por lo consiguiente con tu condición. Por ejemplo, mantener la posición que comúnmente conocemos como “plancha” o ”lagartija” por lo menos 30 segundos, equivale a correr un maratón. Bueno, no, pero si unos 100 metros, o por lo menos, eso podría sentir tu corazón.
Además que funcionan también para prevenir alguna aerofagia (¿qué dijo? -También conocida como distensión abdominal),indigestión y/o gastritis.
Aumentan el autoestima.
Y finalmente, entre muchas otras cosas que podría estar dejando pasar, eliminan la tensión causada por el estrés laboral, económico o marital.
Realiza cada posición en una cuenta de 20 a 30 segundos. Puedes repetirlas en 3 series, o no, todo es opcional en esta vida.

1. Plancha o lagartija.
Pon tus manos en el piso al ancho de tus hombros. Coloca los pies juntos, los brazos y piernas perfectamente rectos; tu cuerpo debe ser una línea recta desde la cabeza hasta los tobillos. Mantén los codos en dirección hacia los lados y tus manos hacia el frente. (Ésta es mi posición favorita para trabajar con la respiración, condición física y mental, y sobretodo es genial para quemar grasa abdominal).

2. Postura del paso extendido.
Inhala y estira la pierna derecha hacia atrás, con los brazos bien estirados, las manos planas en el suelo alineadas con el pie delantero (izquierdo), con la pierna izquierda flexionada, presiona el muslo contra el estómago y el pecho. Al final del movimiento el peso del cuerpo descansa en las dos manos, el pie izquierdo y la rodilla derecha. Cambia de pierna y repite.

3. Postura de la montaña, o perro boca abajo, o exnovio arrepentido.
Sostén el aliento, endereza las piernas y colócalas a la distancia de tu cadera, con las manos planas en el suelo y los brazos estirados. Levanta las caderas y baja la cabeza para formar una V invertida.


4. Postura del gato.
Colocad@ en 4 (como sugieren los amigos invisibles), toma aire mientras levantas el cóccix y la cabeza, y curvea la espalda hacia abajo. Es posible que te cueste mantener la parte superior de la espalda cóncava, pero debes trabajar para lograrlo. Trabajarán todos los músculos de la columna y sentirás como se activa la espalda media y alta mientras realizas el movimiento. Los codos deben estar lo más rectos posible. Cuando levantes la mirada hacia el cielo, evita tensar la parte posterior del cuello.

Cuando sueltes el aire redondea la espalda. Siente como los omóplatos se separan mientras relajas los músculos del cuello y de la columna. Para ser capaz de levantar y redondear toda la columna, procura empujar las vértebras inferiores de esta zona hacia arriba. El cóccix hacia dentro y la barbilla en dirección a la garganta, te ayudará a lograr con éxito esta segunda parte del ejercicio. Las palmas de las manos rectas contra el suelo. Siente como se estira tu espalda y toma conciencia de tu cuerpo.
Cuando pases de la posición 1  a la posición 2 procura hacerlo de forma fluida, cada vez que redondees la espalda hazlo con una exhalación completa, del mismo modo, cuando arquees tu espalda intenta hacerlo coincidir con el comienzo de la inhalación del aire.

5. Postura de la cobra (¿quien les pone esos nombres?).
Inhala y levanta el cuerpo desde la cintura estirando los brazos con las manos presionando el suelo y alineadas con los hombros, el derrière contraído y los hombros hacia abajo.

6. Postura del niño.
Nuevamente en 4 puntos, con las rodillas juntas y alineadas. Deja caer el derrière sobre tus talones.
Estira la columna hacia arriba. Mientras sueltas el aire, inclínate hacia delante desde la pelvis para doblar la parte superior del cuerpo. Reposa el pecho sobre los muslos y extiende los brazos hacia delante o a los lados del cuerpo. Elimina la tensión desde los hombros, ensanchando la parte posterior de la espalda.  Relaja los codos y el tercio inferior de la espalda.
Aprovecha esta postura para centrarte en tu respiración y tomar conciencia de ella. Cada vez que tomes aire intenta percibir el movimiento de la respiración en la parte posterior del torso. Cuando sueltas el aire se siente súper rico.
Regálate un ratito para hacer estas posiciones por las mañanas y comenzar tu día lleno de energía. Diría namasté o algo así, pero soy novata en la docencia de la salud física, entonces sólo espero que te sirvan y que seas feliz.

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