Texto : Maxime Retailleau
En México, los jóvenes creadores revolucionan la moda, aceptando su patrimonio cultural latino, mismo que reinventan a través de colecciones de vanguardia aclamadas en el extranjero.
En 2016 se lanzó al diseñador mexicano Victor Barragán en el fashion week de Nueva York, donde presentó su nueva línea de ropa en colaboración con MADE, una organización que da a conocer a los nuevos talentos de la moda. Su colección unisex primavera-verano 2017 fue memorable para los críticos de moda, para quienes representa parte de la nueva ola de creadores mexicanos, después de haberse instalado recientemente en Brooklyn.
A pesar de haber emigrado, el autodidacta de 25 años, permanece cerca de la vanguardia artística de su país natal, que lo sigue inspirando. Colabora constantemente con el sello discográfico de música electrónica NAAFI (« No Ambition And Fuck-all Interest »), quien produce los soundtracks con los que musicaliza sus desfiles así como también, las sesiones en las que recluta a sus modelos.
Fotos : Victor Barragán, colección primavera-verano 2017
Un colectivo en México, reunió a un grupo de jóvenes diseñadores, los más novatos, para que le echaran la mano a Barbara Sanchez-Kane para su último show. Esta diseñadora reinventa el folklore nacional a través de su ropa, desde la colección con la que se graduó del Colegio Florentine Polimoda, explotando algunos símbolos de la cultura popular mexicana, como los típicos códigos de vestimenta de los luchadores y sus máscaras.
Fotos : Sanchez-Kane, colección « Citizen », primavera-verano 2017
Desde que consolidó su marca en 2015, VFiles (una plataforma que apoya a los creadores emergentes) la contactó y la invitó a desfilar en Nueva York, donde tuvo a bien criticar a Trump a través de su colección (« Alternative Facts », « Moral Pride »), por haber declarado que los mexicanos que llegan a los Estados Unidos son violadores y personas mal intencionadas, y eso la incluía a ella.
La diseñadora está instalada en Mérida desde hace dos años, lejos de la CDMX, pues es aislada que trabaja y reinventa mejor el « caos emocional » con el que diseña sus prendas.
A pesar de la distancia, conoce bien a otros creadores de su generación como al talentoso Roberto Sanchez con sus colecciones ligeras y coloridas, inspiradas en los looks de sus amigos y gente cercana a él. Este diseñador se impone también como una de las grandes figuras de la vanguardia mexicana. Desde hace una década posteaba sus diseños en Tumblr e Instagram y también logró presentarse en fashion weeks de México y Nueva York. Actualmente sus piezas se venden en muchas boutiques de varios países como Australia y Japón.
Se dice que México es el nuevo Berlín.
La nueva escena mexica, cuenta con diseñadores de ropa urbana como Andrés Jiménez de la marca Mancandy, quien cierra sus desfiles con partes de canciones de reggaetón escritas para la ocasión. Juega con los materiales de confección, lo que ha seducido a algunas famosas como Iggy Azalea o Bibi Bourelly. También podemos tomar en cuenta a su colega Esteban Tamayo que creó “Ready to Die” en 2015, una marca para la vida cotidiana; uniformes escolares y la contra cultura. Esta pareja tiene un toque retro-futurista que plasman en playeras estampadas y en lentes de sol con los diseños radicales.
Para el look book de su ultima colección, Tamayo buscó a María Osado, una joven de 19 años que dirige su propia agencia de modelos “Güerx” y colabora con la mayoría de los nuevos diseñadores mexicanos, con quienes comparte su visión iconoclasta. “Buscamos cuestionar el contexto rígido que aun predomina en México. En general, los diseñadores ya consolidados, son felices haciendo lo mismo que han hecho y que les ha funcionado durante años, copiando los estándares de belleza occidental y contratando a modelos con un aire europeo”, aclaró. María Osado fundó Güerx para proponer nuevas caras, de origen latino, la mayoría. Castea en la calle o entre sus amigos artistas. Lucha contra el horrible malinchismo.
Fotos : Ready to Die. Casting : Maria Osado.
Gracias a la estética innovadora y a la riqueza cultural que los inspira, los diseñadores han logrado brillar internacionalmente, abriéndose paso a la contra corriente de la competencia formada por grandes firmas.
México es el segundo país de Latinoamérica en términos de PIB (producto interno bruto) con la mayor cantidad de boutiques Prada, Gucci, Saint Laurent e incluso Louis Vuitton. Las marcas de prêt-à-porter no se quedan atrás, como H&M, que abrió la primer tienda en 2012, el mismo año en que Enrique Peña Nieto entró al poder. En los últimos dos años, la marca sueca ha abierto cada vez más tiendas, al igual que Zara y Forever21.
Es por ese espíritu malinchista que los diseñadores mexicanos venden la mayoría de sus prendas en el extranjero por internet, y que la minoría tienen el privilegio de ofrecer sus productos. Los creadores de vanguardia son sostenidos por un pequeño ecosistema que gravita entre La Roma y el Centro Histórico, apoyado por NAAFI y por la Revista 192 donde se publican piezas de Barbara Sanchez-Kane, Victor Barragán y Roberto Sánchez. Son todos estos jóvenes creativos quienes promueven el dinamismo cultural de la ciudad. “México es el nuevo Berlín, porque muchos artistas extranjeros vienen y comienzan a vivir”, comenta Barbara Sanchez-Kane. Su vida cultural está en plena ebullición, y todo parece que la escena emergente está revolucionando al país, apuntando al cambio.