Ya perdí la cuenta de las veces que me han pedido que escriba de lo que hoy sí voy a escribir.
Madurar es aprender a nutrirte y no sólo comer lo que te gusta.
Puedo decir entonces que maduré hace tiempo, y aunque suena lógico, me doy cuenta que la mayoría de las personas comen con el único fin de saciar el hambre y cubrir la más básica de sus necesidades, por lo que comen cualquier cosa, por lo que entonces pertenecemos a una tribu llamados “mexicanos”, que conformamos el grupo número #1 con el mayor índice de sobrepeso a nivel mundial.
Realmente no es difícil madurar en este sentido. Sólo tienes que saber que en todas y cada una de tus tres comidas fuertes tienen que haber alimentos de todos los grupos, limitando tu consumo en grasas y azúcares; tomando en cuenta que las harinas se convierten en azúcares.
Eso por un lado, y por otro lado, también quiero tocar un punto que considero súper importante y directamente relacionado a lo anterior. Debes saber que no puedes dejar de alimentarte por más de tres horas, excepto mientras duermes, para lo que también es obligatorio el consumo de proteínas animales o vegetales dos o tres horas después del desayuno y de la comida, además de mantenerte hidratado a lo largo del día.
No pretendo con todo esto, que surja un cambio en la taza de sobrepeso que anualmente está creciendo; realmente creo que con estas medidas, no sólo las personas de nuestra tribu podrían olvidarse del sobrepeso, sino también, podría suceder que los largos trayectos en el transporte público dejarían de ser una pesadilla en la calle del infierno 4, porque tal vez así, también podríamos todos, tener mejor aliento.