Me da gracia cómo ante los desplantes del presidente del país vecino, algunos de nosotros reaccionan de manera visceral buscando venganza con quienes ni la deben ni la temen, y piensan que con consumir lo nacional nos salvaremos, olvidando que hay empresas trasnacionales que le dan empleo a un titipuchal de mexicanos y que además invierten grandes cantidades de dinero en productos y servicios mexicanos, o sea que la cadenita es infinita…
Pero bueno, yo no soy economista ni especialista en política, pero definitivamente soy una mexicana que antepone el diseño mexicano y lo hecho en México con mucho amor, sobretodo cuando de ropa se trata, lo que no significa que no consuma marcas extranjeras. Sin embargo se me hace buenísima idea promover más lo hecho con manos mexicanas, y qué mejor, ir a los lugares de origen.
Promoviendo Chiapas.
Es San Cristobal de las Casa, una de las ciudades más bonitas, no sólo de México, sino del mundo entero, en donde se congregan infinitas culturas porque no hay persona que se pare en la plaza y no sienta que la vida es increíble; lo mismo pasa en Zinacantán o San Juan Chamula, donde las mujeres y hombres conservan sus tradiciones y sus ideales. Visten trajes típicos y comulgan con la naturaleza, lo que se refleja en sus miradas penetrantes y cristalinas (me alborotan lo romántica).
Es poco lo que puedo decir con palabras acerca de Chiapas, pero es infinito lo que mi memoria emocional registró, registra, registrará, porque definitivamente, se postula en uno de mis lugares favoritos de escape en el mundo mundial, y este post es mi sutil manera de sonsacarte para que vayas una y mil veces, y que promovamos juntos todo lo bonito que allá se hace.
¿Cómo ves?