¿Te acuerdas de ese post que escribí y al cual titulé “La edad es sólo un número”?… me quedé corta.
El domingo, como cada domingo desde hace 7 años, cuando no trabajo en Microteatro, ni tengo partido de tocho bandera, mi BFF Ana Zepeda y yo, nos vamos a andar en bici por la chulísima CDMX. Normalmente bruncheamos y después se rompe una taza y cada changa a su mecate, pero este domingo, de manera atípica y peculiar decidimos entrar al cine, y es que luego sí manejamos, ambas, buenísimas recomendaciones, pero ésta, de la cual estoy a punto de escribir, me voló los sesos y el crédito se lo doy a Ana.
Bellas de Noche, de María José Cuevas.
Entre saltos a los años 70s y 80s; un ir y venir entonces y ahora, es un viaje al lado de 5 bellísimas mujeres, profesionales e independientes sobretodo para su época, cuya sensualidad sigue vigente con todo y arrugas, y muy a mi pesar, con todo y botox, cirugías, plástico y más plástico. Y digo muy a mi pesar porque es de dominio público que lo que en este blog promuevo es la belleza natural, esa que no se compra si no que se alborota; es por lo segundo y no por lo primero, que les dedico aunque sea este post, y de paso aprovecho y te pico las costillas para que vayas a ver este increíble documental, porque juro y escupo que los 5 mujerones que aparecen en pantalla, tienen la belleza muy alborotada y tú, yo y todos tenemos mucho que aprenderles.
(¡Aguas!, acá viene mi listículo)
5 grandes lecciones que me enseñaron Olga Breenskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza.
“La piel envejece, pero el alma no”.
Las caderas no mienten, y tampoco pasan de moda… ¡Come niña! (Esto no lo dicen, pero yo lo pienso).
“Las estrellas brillan cuando el sol se mete”.
“Piensas que la juventud va a ser para siempre y no te das cuenta que es la época más corta de tu vida”.
Podrás odiarlas o amarlas, sin medias tintas, pero jamás podrás negar que fueron y siguen siendo el significado en tacones, piernotas, pelucas y escotes de lo que es “sensualidad”.