Definitivamente la respuesta es un sí absoluto y rotundo, sobre todo cuando eres un declarado fanático retorcido de la moda… como yo.
A su corta edad, Marie Antoinette, tiene que encontrar la manera de encajar en el complejo y muy superficial mundo de la corte, además de atender los roles que le corresponden como esposa de un bueno-para-nada (no lo digo yo, sino los libros de historia).
Con sus ojos y su lente (cinematográfico), Sofia Coppola logra ponernos en los zapatos de una mujer que en otra época, en otro siglo, en otro espacio fue reina de un país nada más y nada menos como Francia, sin pedirlo, sin soñarlo y sin estar preparada.
En varias entrevistas, Sofia Coppola sugiere que su muy estilizada interpretación es deliberadamente moderna, con el fin de humanizar los personajes históricos involucrados. Se ha tomado grandes libertades con el material de origen, por lo cual la película no se centra simplemente en los hechos históricos:
«Decidí concentrar la historia en sus años de Versalles, en su rutina cotidiana, en sus enfrentamientos con los elementos más reaccionarios de la época de los Borbones. No es un documento histórico ni tampoco una metáfora con connotaciones políticas respecto de los tiempos actuales. Es una mirada personal, imaginaria, pero documentada, sobre los sentimientos que a mí me despertaron Marie Antoinette y aquellos tiempos».
Por este motivo, si bien podría ser una película sumamente vulnerable a la crítica, el arte, el vestuario, el diseño sonoro, la fotografía y el diseño de producción, la colocan en una de las más increíbles del mundo mundial.
A mí también me gustó!!! Porque soy fan absoluta de Sofia Coppola; así que, no podía ser menos… Tiene una estética brillante y su BSO también.
Un saludOOo enorme!!
Tienes un increíble gusto 😀 ¡gracias por escribir!